Crecimos entre máquinas, suelas y voces de laboratorio. La nuestra es una fábrica toscana, familiar, donde los zapatos se hacen con las manos, con la cabeza, pero sobre todo con el corazón. Un día nos miramos y pensamos: “vale, ahora nos toca a nosotros”. Así nació Flòwze.
Todo lo que hacemos empieza en Italia, o mejor dicho, empieza aquí mismo. De la tradición que nos atraviesa y de una nueva estética, que habla nuestro idioma.
Crecimos entre máquinas, suelas y voces de laboratorio. La nuestra es una fábrica toscana, familiar, donde los zapatos se hacen con las manos, con la cabeza, pero sobre todo con el corazón. Un día nos miramos y pensamos: “vale, ahora nos toca a nosotros”. Así nació Flòwze.
Todo lo que hacemos empieza en Italia, o mejor dicho, empieza aquí mismo. De la tradición que nos atraviesa y de una nueva estética, que habla nuestro idioma.
Para Flòwze, la artesanía está en el centro de todo. Cada detalle habla de décadas de experiencia.
Queremos reformular este legado: crear productos de alta calidad y accesibles. Un equilibrio poco común entre artesanía y precio justo, sin concesiones.
¿Nuestra misión? Ofrecer valor real manteniéndonos fieles a quienes somos. 100% Made in Italy, cero filtros, máxima transparencia.
Para Flòwze, la artesanía está en el centro de todo. Cada detalle habla de décadas de experiencia.
Queremos reformular este legado: crear productos de alta calidad y accesibles. Un equilibrio poco común entre artesanía y precio justo, sin concesiones.
¿Nuestra misión? Ofrecer valor real manteniéndonos fieles a quienes somos. 100% Made in Italy, cero filtros, máxima transparencia.